miércoles, 30 de septiembre de 2015

Bienvenidos



Hoy en día todos deseamos saber pasos rápidos y fáciles para todo, se ha puesto de moda buscar tutoriales para  hacer postres y comidas, reparar el auto, tocar guitarra o aprender algún idioma, entre muchas otras cosas.
Pues bien, ´ser santo´ es una meta que todos debemos tener, pues todos estamos llamados a la santidad, y para lograrlo, no podemos esperar a estar muertos o a que tengamos 80 años creyendo que entonces estará cerca el final de nuestros días; es una misión que hay que asumir ahora, es algo a lo que tenemos que aspirar a ser, empeñándonos cada día.
En un taller de Espiritualidad, el Padre Salvador Arellano nos decía que hay que leer vidas de Santos para tratar de imitarlos; y aunque por supuesto esto es totalmente cierto y definitivamente necesario, les presento este espacio donde encontrarán testimonios de personas que no nos parezcan con una espiritualidad inalcanzable, que viven intensamente su fe aún en este siglo, con tentaciones como las que tú y como yo tenemos, con piedras y obstáculos en el camino muy similares y que han sido capaces de afrontar y vencer para seguir el camino por el que Dios nos llama. Debemos recordar que “no hay santo sin pasado ni pecador sin futuro”.
En su libro “La Filotea”, San Francisco de Sales nos habla de la falsa y la verdadera santidad, y mencionaré brevemente la falsa santidad para alertarnos, no vaya a ser que vayamos por ese camino, y se trata de aquellos que por asistir diario a Misa, se creen santos, pero llegan a casa y les gritan a sus hijos y esposo; de los que rezan todos los días el rosario, pero no le hacen de comer a su familia; de los que escuchan o ven todo el día programas católicos, pero no saben nada de su esposo ni de sus hijos; con esto tenemos una referencia que nos permitirá ubicarnos en el camino en el que estamos.
“En cambio, la verdadera y viva santidad – dice San Francisco de Sales – presupone amor a Dios. En cuanto el amor divino hermosea nuestra alma se llama gracia, haciéndonos agradables a Dios, en cuanto nos da la fuerza para obrar bien, se llama caridad, pero cuando llega a tal grado de perfección que no solamente nos hace obrar bien, sino también hacerlo cuidadosa, frecuente y prontamente, entonces se llama santidad.”
Decidámonos a ser santos, como nuestro Padre lo es, esperemos que estos testimonios, de gente como nosotros, nos den luces, fuerzas y ánimo para realizar tareas que se tornan muy difíciles, pero que con la ayuda de Dios son alcanzables y que una vez concretadas te ayudarán a reservar tu pedacito en el cielo, y, mejor aún, si perseveras en tus buenas acciones te hacen agradable la vida en la tierra.

Les doy la bienvenida a este nuevo blog y les agradecería que se vuelvan lectores asiduos de este sitio y lo recomienden.

Un poco sobre mí




Uno de mis placeres en esta vida es escribir, siempre he creído que cada texto puede llegar a ser una obra de arte, y si además el escrito nace de una buena entrevista, aún mejor. Pero compartir historias que dejan huella es un honor para mí.
Creo que si en general las personas estamos al pendiente de la vida de los famosos, y además les imitamos, podemos cambiar la tendencia, comenzar a leer el testimonio de personas con problemas como nosotros, y tomar nota sobre la forma en que salieron adelante, imponer de esto una moda, una nueva forma de vida, seguir el ejemplo de personas que ejercieron las virtudes.
Pues bien, aquí está mi contribución, espero lo disfruten tanto como yo.

Claudia Ortiz
@claudiaortizdev
devazquez21@gmail.com