lunes, 16 de noviembre de 2015

Pruebas superadas gracias al esfuerzo y perseverancia


Por Claudia Ortiz

“Si no has definido a dónde ir, qué importa qué camino tomes”, esta frase la he escuchado muchas veces cuando se habla de “Plan de vida”, lo cierto es que no solo se trata de hacer uno, sino que además hay que ejercer las virtudes de la fortaleza y la perseverancia para alcanzar cada meta ahí planteada, a costa de lo que sea.
Justamente por estas virtudes es que Ángela es una mujer ejemplar, su vida ha sido fijarse meta tras meta, e independientemente de los obstáculos en el camino, ha ido recogiendo frutos. A sus 67 años de edad tiene seis hijos con carreras terminadas cuyos estudios solventó ella misma; está por terminar la Preparatoria y a punto de decidir la carrera que cursará. Además, practica Natación de alto rendimiento y en los últimos cuatro años ha obtenido más de 25 medallas en diferentes competencias a nivel Nacional y Panamericanos; todo esto sin dejar a un lado el factor espiritual.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Enseña con sencillez para que todos los corazones contemplen al Señor


Por Claudia Ortiz

Si alguien me ha hecho voltear a ver a los Santos, ese es el Sr. Cura Salvador Arellano, un sacerdote muy devoto de la Santísima Virgen, pero también muy consciente de que practicar la lectura frecuente de la vida de los Santos, encomendarnos a ellos y tratar de imitarlos, es de gran ayuda para el crecimiento espiritual de cada persona.
Así lo recomienda en sus confesiones y también en sus homilías, en las que prácticamente cada día relata la vida del Santo que se celebra. El que más le simpatiza es San Francisco de Sales, por su manera de ser, por su amabilidad, y de hecho, recomienda mucho la lectura de sus libros: “La Filotea” y “El Espíritu de San Francisco de Sales, 133 Consejos Prácticos de un Gran Santo”, de Monseñor Pedro Camus.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Entre grandes pérdidas, una vida de gran fe, resignación y fortaleza

Gloria visita a San Judas Tadeo.

Por Claudia Ortiz

Cuando leemos la historia de Job, un hombre amante de Dios que lo pierde todo y aún así le glorifica, nos parece una historia lejana y sobre todo irreal, porque pocos seguirían a Jesús después de vivir ciertas tragedias; sin embargo por gracia de Dios hay excepciones, el caso de Gloria -que aunque no lo perdió “todo” pero sí vivió grandes dramas en su vida- es uno de ellos. Ella aceptó con resignación la pérdida de tres de sus seis hijos, así como la de su esposo, y recibió de Dios la fortaleza para seguir adelante.
Nació en Atemejac de Brizuela, es hija de don Vidal y doña Celia y sólo tuvo un hermano: Rogelio. De su niñez sólo tiene hermosos recuerdos, le encantaban las salidas al campo con el grupo de su escuela, así como la celebración de sus cumpleaños, día en que recibía en casa a sus amigas y primas y juntas saboreaban las galletitas, empanadas y rompope que le hacía su mamá.