martes, 30 de julio de 2019

Tu nuevo proyecto de vida: La santidad

Claudia Ortiz
Todos estamos llamados a la santidad, pero, ¿por qué la insistencia en este llamado?, ¿qué significa?, ¿es para todos?, ¿es posible? ¿es urgente?, ¿cómo se toma el camino?, ¿hay que ir solos?, ¿cómo se persevera?, ¿es fácil?
Es importante tener claro cada uno de estos puntos y cualquier otro que haya en torno al tema, porque no podemos ir tras un objetivo que no comprendemos o que creemos que no es para nosotros.
Hace varios años estudié repetidamente con mis hijos el fin último del hombre, enseñado en el Catecismo del Padre Ripalda: Servir y amar a Dios en esta vida, para verle y gozarle por toda la eternidad en la otra.
Justo eso es la santidad, adoptar como clave de vida hacer lo que Dios quiere y agradarlo con ello, alcanzando tal pureza del alma, que podamos ser recibidos en la vida eterna y gocemos de la presencia de Dios. Pero si no trabajamos en ello en esta vida, las puertas del Cielo estarán cerradas para nosotros.
Y efectivamente puede ser muy difícil trabajar en este proyecto, más para unos que para otros, dependerá sobre todo del apego al mundo; pero no es imposible, eso lo comprueban cientos de Santos que han sido elevados a los altares por el Vicario de Cristo a lo largo de la historia de la Iglesia, incluso recientemente porque los números se siguen multiplicando aún en los últimos años, lo cual nos aclara que ser santo no es un tema que ha pasado de moda, ni es un asunto que no deba preocuparnos; todo lo contrario, si somos verdaderos católicos es un proyecto que debe ser prioridad en nuestra vida y que motive nuestros pensamientos y acciones.
El llamado lo hace el propio Jesucristo: Sed Santos, como vuestro Padre Celestial es Santo (Mt 5, 48)
¿Estas palabras están dirigidas a todos?, claro que sí, todos estamos llamados a ser santos: chicos y grandes, hombres y mujeres, casados y solteros, sacerdotes y laicos, pobres y ricos. Dios nos quiere a todos en el cielo, y por lo tanto, nos invita a todos a que alcancemos la santidad, para poder estar ante su presencia.
El llamado es urgente e insistente porque el tema parece pasado de moda, porque la meta ha perdido popularidad y porque cada vez más personas se han alejado del camino a la santidad. Las cosas del mundo ocupan cada vez más espacio entre el hombre y su fin último, haciendo que ambos extremos se distancien a tal grado, que el tema, ya tan lejano, parezca cosa del pasado.
Pero no es así, la cita bíblica está vigente, es para cada uno de nosotros y debe de ser nuestro proyecto de vida, no sólo a nivel personal, sino familiar, entre más personas estemos trabajando en este proyecto de vida, cada vez más podremos empezar la experiencia del cielo en la tierra, por eso es que la invitación es urgente, porque al no ser -en la actualidad- un tema que preocupe a la mayoría, la paz en la sociedad, la paz en las familias y la experiencia de una vida en comunidad en donde todos nos preocupemos por el bienestar del hermano, está en riesgo e incluso está pasando por sus peores momentos.
Por eso es que el proyecto no debe ser exclusivamente personal, sino que debemos rogar por la conversión del mundo entero, al cielo no debemos ir solos, no será fácil, pero de la mano del Señor, podremos emprender el camino tomando  primero que nada, la importante y trascendente resolución de alcanzar la meta de la santidad.
Este artículo ha sido publicado en:
https://www.familia.edu.mx/web/index.php/novedades/item/98-tu-nuevo-proyecto-de-vida-la-santidad

Datos de la autora:
Claudia Ortiz
@claudiaortizdev
devazquez21@gmail.com
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