martes, 19 de noviembre de 2019

Un patrono para defender la fe, como ejemplo de los laicos mexicanos




Por Claudia Ortiz

No cabe duda que nuestra Iglesia Católica es Santa y que es guiada por la luz del Espíritu Santo, así lo demuestra el oportuno y reciente documento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que nombró al Beato Anacleto González Flores como “Patrono de los Laicos mexicanos”.
Los tiempos que se viven en nuestro país necesitan con urgencia de un ejemplo a seguir, y del impulso de un espíritu como el del hombre que inspiró a tantos y con sus letras despertó del letargo a una comunidad para que defendiera su fe.
En su comunicado del 11 de julio de 2019, la CEM pidió que el ejemplo del Beato Anacleto, “de su entregado amor a Dios, nos recuerde que el camino de la santidad es un martirio vivificante que sólo es posible gracias a la fuerza de Dios”.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Una audiencia con el Rey del Cielo y la Tierra


Por Claudia Ortiz

Ten una cita con Él.
Cuando nos hemos decidido a alcanzar la santidad como proyecto de vida, qué mejor que acercarnos e imitar al Santo de los Santos.
Nuestro Señor Jesucristo estuvo entre nosotros y nos habló de su amor, no sólo con palabras, sino con hechos: cuando aceptó morir por nosotros y derramó hasta la última gota de su sangre y agua.
Aunque eso ocurrió hace dos mil años, aún se encuentra entre nosotros, en la Eucaristía y acercándonos a Él y postrándonos en su presencia, podemos poco a poco, muy poco a poco y a costa de vencernos cada día, ir transformándonos en otros Cristos.
“Jesús en la Eucaristía ampara a los justos, mueve a los pecadores, reanima a los tibios, fortalece a los pusilánimes, instruye a los ignorantes”, así lo reveló a Sor Josefa Menéndez, cuya causa está en proceso de Beatificación.

martes, 22 de octubre de 2019

¿A quién seguir?

Claudia Ortiz


En la actualidad niños y jóvenes, incluso algunos adultos, basan su día a día en las redes sociales, en las tendencias de a quién seguir, qué imitar y qué hashtag es el más popular. Así es cuando lo que importa es ir con la corriente, seguir lo que marca el mundo; pero cuando se trata de buscar la salvación, la respuesta de ¿a quién seguir? debe ser objeto de un análisis más serio y profundo.
Si lo que queremos es seguir en el mundo sin ningún sentido trascendente, sin preocuparnos por lo que realmente vale la pena, entonces está bien, sigue a los de mayor fama y éxito, a los de mayor belleza y mundanidad; pero si tienes conciencia de lo eterno, y aspiras a la salvación, entonces por supuesto que tus ojos, tu mente y tu pensamiento deben de ser más juiciosos al momento de decidir a quién seguir.
Sin lugar a dudas a quien hay que seguir es a Cristo, el Santo de los Santos, y a su madre Santísima en su ejemplo de obediencia y de entrega a la voluntad de Dios.
Pero también debes tomar en cuenta a los Santos; y la La Iglesia Católica cuenta con una larga lista de ellos, si lees sus biografías, su edad o estado de vida te comprobarán que la santidad es para todos y que también es un asunto de nuestro tiempo, ya que todos los que aquí mencionaré son Santos de apenas el siglo pasado, son santos “de nuestra era”.

martes, 15 de octubre de 2019

¿Cederás el puesto?



Por Claudia Ortiz


Uno de los peores enemigos de la salvación de las almas, es decir de su santificación, es el comunismo, sistema de gobierno que busca la desmoralización de los países, el ateísmo y promueve el aborto, entre algunas de sus atrocidades.
La Santísima Virgen María en su mensaje de Fátima pidió a los pastorcitos, Francisco, Jacinta y Lucía, que se rezara el rosario para que no se esparcieran por el mundo los errores de Rusia.
Un católico consciente y comprometido que anhela su salvación, la del mundo entero, la de su país y de su familia, está llamado también a atender el llamado de la Virgen, y rezar el rosario todos los días para evitar que los errores de Rusia, que anticipan y provienen del comunismo, se repitan en sus países.

miércoles, 9 de octubre de 2019

El ABC para ser santo

Por Claudia Ortiz

Debemos tener muy claro qué significa ser santo para avanzar en este proyecto de vida y perseguir la santidad hasta alcanzarla.

Así como no tenemos que portar sotana ni ganarnos alas ni aureola, tampoco debemos abandonar nuestros trabajos o desertar del matrimonio para irnos al convento, por supuesto que no.

La grandeza de ser Santo es lograrlo desde nuestro ámbito, condición y estado de vida, por eso hay santos elevados a los altares que fueron religiosas, sacerdotes, madres de familia, padres de familia, incluso niños, profesionistas, etc.

Cuando se pretende que una persona sea elevada a los altares, es decir, se busca que la iglesia lo proclame Santo, se presenta una investigación sobre su vida y el ejercicio de sus virtudes, al ser admitida su causa se le puede llamar Siervo de Dios y se le conoce como Venerable, cuando la investigación confirma que vivió virtudes heroicas.

Son heroicas, no por inalcanzables, sino porque la concupiscencia, el egoísmo, la soberbia, nos incitan a ver primero por nosotros y nos hacen resistirnos a amar a Dios en el prójimo, entonces nos costará trabajo vencernos, pero es posible lograrlo.

En realidad se trata de vivir la vida sirviendo a Dios en los demás.

Tú puedes ejercitar las virtudes si en tu trabajo, enseñas al que no sabe; si al ir en tu auto, no te desesperas y no le gritas al que “se te metió”, no te pasas los altos ni te estacionas en lugares prohibidos, y no engañas a la cámara de foto infracciones, bajando la velocidad sólo cuando pasas frente a ella. O sea portarse bien siempre aunque nadie nos vea.


Puedes leer este artículo completo en:

https://www.familia.edu.mx/web/index.php/novedades/item/107-el-abc-para-ser-santo

Datos de la autora:
Claudia Ortiz
@claudiaortizdev
devazquez21@gmail.com
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martes, 30 de julio de 2019

Tu nuevo proyecto de vida: La santidad

Claudia Ortiz
Todos estamos llamados a la santidad, pero, ¿por qué la insistencia en este llamado?, ¿qué significa?, ¿es para todos?, ¿es posible? ¿es urgente?, ¿cómo se toma el camino?, ¿hay que ir solos?, ¿cómo se persevera?, ¿es fácil?
Es importante tener claro cada uno de estos puntos y cualquier otro que haya en torno al tema, porque no podemos ir tras un objetivo que no comprendemos o que creemos que no es para nosotros.
Hace varios años estudié repetidamente con mis hijos el fin último del hombre, enseñado en el Catecismo del Padre Ripalda: Servir y amar a Dios en esta vida, para verle y gozarle por toda la eternidad en la otra.
Justo eso es la santidad, adoptar como clave de vida hacer lo que Dios quiere y agradarlo con ello, alcanzando tal pureza del alma, que podamos ser recibidos en la vida eterna y gocemos de la presencia de Dios. Pero si no trabajamos en ello en esta vida, las puertas del Cielo estarán cerradas para nosotros.
Y efectivamente puede ser muy difícil trabajar en este proyecto, más para unos que para otros, dependerá sobre todo del apego al mundo; pero no es imposible, eso lo comprueban cientos de Santos que han sido elevados a los altares por el Vicario de Cristo a lo largo de la historia de la Iglesia, incluso recientemente porque los números se siguen multiplicando aún en los últimos años, lo cual nos aclara que ser santo no es un tema que ha pasado de moda, ni es un asunto que no deba preocuparnos; todo lo contrario, si somos verdaderos católicos es un proyecto que debe ser prioridad en nuestra vida y que motive nuestros pensamientos y acciones.
El llamado lo hace el propio Jesucristo: Sed Santos, como vuestro Padre Celestial es Santo (Mt 5, 48)
¿Estas palabras están dirigidas a todos?, claro que sí, todos estamos llamados a ser santos: chicos y grandes, hombres y mujeres, casados y solteros, sacerdotes y laicos, pobres y ricos. Dios nos quiere a todos en el cielo, y por lo tanto, nos invita a todos a que alcancemos la santidad, para poder estar ante su presencia.
El llamado es urgente e insistente porque el tema parece pasado de moda, porque la meta ha perdido popularidad y porque cada vez más personas se han alejado del camino a la santidad. Las cosas del mundo ocupan cada vez más espacio entre el hombre y su fin último, haciendo que ambos extremos se distancien a tal grado, que el tema, ya tan lejano, parezca cosa del pasado.
Pero no es así, la cita bíblica está vigente, es para cada uno de nosotros y debe de ser nuestro proyecto de vida, no sólo a nivel personal, sino familiar, entre más personas estemos trabajando en este proyecto de vida, cada vez más podremos empezar la experiencia del cielo en la tierra, por eso es que la invitación es urgente, porque al no ser -en la actualidad- un tema que preocupe a la mayoría, la paz en la sociedad, la paz en las familias y la experiencia de una vida en comunidad en donde todos nos preocupemos por el bienestar del hermano, está en riesgo e incluso está pasando por sus peores momentos.
Por eso es que el proyecto no debe ser exclusivamente personal, sino que debemos rogar por la conversión del mundo entero, al cielo no debemos ir solos, no será fácil, pero de la mano del Señor, podremos emprender el camino tomando  primero que nada, la importante y trascendente resolución de alcanzar la meta de la santidad.
Este artículo ha sido publicado en:
https://www.familia.edu.mx/web/index.php/novedades/item/98-tu-nuevo-proyecto-de-vida-la-santidad

Datos de la autora:
Claudia Ortiz
@claudiaortizdev
devazquez21@gmail.com
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sábado, 25 de mayo de 2019

Mirad como se aman



Una gran familia misionera que vive el evangelio. Foto de Carlos Toriz.
Claudia Ortiz

En los primeros versículos del libro de Hechos de los Apóstoles, San Lucas evangelista describe la formación de las primeras comunidades cristianas, luego de la muerte, resurrección y ascensión de Nuestro Señor Jesucristo:
“Acudían diariamente al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y gozando de la simpatía de todo el pueblo. Por lo demás, el Señor agregaba al grupo a los que cada día se iban salvando.” (HCH 2, 46-47)
“La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder. Y gozaban todos de gran simpatía.” (HCH 3, 32-33
Lo que aquí se cita ocurrió en Jerusalén antes del año 61 después de Cristo, cuando sucedió el prendimiento de Pablo en Roma. El surgimiento de la Iglesia católica tuvo muchos años muy florecientes, por lo que estas comunidades fueron creciendo y multiplicándose por varios años y lugares en el mundo, conforme los apóstoles de Jesús y sus discípulos avanzaron para anunciar la Palabra del Señor.

lunes, 8 de abril de 2019

Drogas y alcohol destruyen vidas, pero Dios puede transformarlas



 Por Claudia Ortiz

*A petición de la entrevistada, todos los nombres en esta historia fueron cambiados, para salvaguardar su integridad.


No importa que tan terrible sea tu historia, Dios puede rescatarte. Así lo hizo con Camila, quien desde los 5 años de edad albergó en su corazón sentimientos de dolor y tristeza, a los diez años se refugió en las drogas y el alcohol y cuando tuvo mayor conciencia buscó el amor y la paz en todo tipo de prácticas y sectas. El Señor la esperaba y tenía un plan para ella: ser su instrumento para ayudar a sanar y conducir a muchas otras almas hacia Él.

lunes, 7 de enero de 2019

De la política de izquierda al cuidado del Corazón de Jesús y María


Por Claudia Ortiz

Yizbeleni, en una de varias participaciones que ha tenido
 con Roberto O`Farrill (al centro). En esta ocasión realizando
 un análisis geopolítico (Factor Trump) y previsiones 2017.
 Compartió mesa de análisis con: Alfredo Jalife,
Alberto Villasana y Ernesto O'Farrill.
Yizbeleni Gallardo es una reconocida analista política que después de haber trabajado con la izquierda y promover sus causas “progresistas”, se dedica principalmente a defender la vida. Los conocimientos que adquirió dentro de un alto círculo político le han servido para analizar los hechos políticos y espirituales que ocurren en el mundo, especialmente en el país.