*Quedé prendido y enamorado de Dios con un fuego en mi interior que no se ha apagado.*Amistades de la política me dejaron, me dijeron tú estás loco, pues sí, ¡por Dios y por las almas!*Nos urgen las conversiones de las almas, Dios tiene prisa.*Hoy ese es nuestro trabajo: arrebatarle almas al demonio, así sea de sacerdotes o de laicos.*Me da miedo quedarme callado, me da miedo que llegue a mi juicio particular y que el Señor me diga, a ver qué hiciste con todos los talentos que te di.
Por
Claudia Ortiz
Es posible que una persona
llena de dolor, de heridas y con una historia que toda apunta a la perdición y
baja autoestima, sane, se llene de paz y de amor, se arrodille ante el Señor,
lo reconozca como su Dios y se dedique ahora a servirle, a “arrebatarle almas
al demonio” y obtenerlas para Dios.
Esto sí es posible, y de
hecho es el caso de Jaime Duarte Martínez, director y fundador del Centro de
Investigaciones Sobre la Nueva Era (CISNE), entre muchas otras labores que
ahora realiza con los talentos que El Señor le ha regalado y que ha sabido
aplicar para el servicio de Su Reino.
Jaime Duarte compartió con Cómo Se Hace Un Santo Su testimonio de
vida.