lunes, 27 de junio de 2016

Un hombre pleno



Por Claudia Ortiz

Cuando Dios decide restaurar, todo lo hace nuevo, Él puede y sólo es cuestión de nuestra disposición y entrega, justo como Gustavo lo hizo, después de una vida de placeres, vicios y degenere que se desvió hacia el homosexualismo, se “topó” con el Señor, comenzó a conocerlo y le dijo sí, al grado que abandonó toda la vida que llevaba y ahora su tiempo y su vida están consagradas a Él.
Su vida y uno de sus libros hablan de un “Homosexual convertido” pero su historia, en sus diversas etapas, puede servir a muchos para detectar los conflictos que los pueden derivar, si no en una tendencia sexual, sí en cualquier otra situación nociva que impida su felicidad.
Nace, crece y se desarrolla sin un papá

Gustavo recuerda una infancia común.

Gustavo Goñi nació el 17 de octubre de 1965 y aunque se siente hidrocálido, ya que vivió en Aguascalientes desde la segunda semana de vida, la verdad es que nació en Durango, en donde a su mamá, doña Raquel, el parto le tomó por sorpresa.
Tuvo una infancia como la de cualquier niño -considera- a pesar de la ausencia de un padre. Mientras estuvo chico, una nana lo cuidaba, pues su mamá trabajaba para sostener el hogar, su vida fue austera, pero nunca pasó hambre ni frío.
No recuerda haber tenido en su niñez algún pensamiento que le dejara en claro que era homosexual, pero durante el quinto y sexto grado de primaria él estaba más cómodo con las niñas, que con los niños, porque nadie le enseñó y no le tomó el gusto a los juegos bruscos como el futbol.

Las primeras experiencias de peligro fueron en su hogar

Doña Raquel y Gustavo.
Una tía de Gustavo le dijo a doña Raquel que le había parecido haber visto a sus hijos –él y Gabriel, su hermano mayor- en bicicleta sobre una avenida peligrosa; ante el miedo del peligro al que se exponían por estar solos, ya que la nana falleció cuando Gustavo tenía como ocho años de edad y ya no quiso tener quien más lo cuidara, doña Raquel tomó la decisión de no volverlos a dejar solos para librarlos de los riesgos , dejó de trabajar y decidió recibir huéspedes en su hogar. Desgraciadamente para Gustavo, esta decisión llevó los peligros justamente al hogar.
En cuatro diferentes ocasiones, un hombre adulto huéspede de su casa, quiso “pasarse conmigo” y él no le dijo nada a su mamá, pues eran personas apreciadas por ella, lo cual resultaba aún más incómodo para Gustavo. Años después esa misma persona los visitaba y llevaba con él a su esposa, lo cual le hacía difícil la relación para Gustavo.
Fueron también los huéspedes los que ingresaron pornografía a su casa, y aunque fue de impresión para él, después con otros familiares tuvo acceso a pornografía entre hombres. “Encapsulé toda esa información y traté de llevar una vida normal”, recuerda; tuvo varias novias y en una ocasión estuvo, incluso, a punto de casarse.

Su primer contacto con la homosexualidad y después la doble vida
Por su trabajo, Gustavo iba ocasionalmente a la ciudad de México y en una ocasión caminando por la calle, vio un bar y entró, “no sabía que era gay, tomé y tomé, no pasó nada pero me fui con la idea." En esa ocasión estuvo nervioso, sólo tomando y tratando de no hablar con nadie y proporcionó un nombre falso a las personas con quien tuvo contacto.
Regresó a Aguascalientes al día siguiente, en donde tenía a su novia, y continuó con su vida normal, pero debía viajar a la capital por su trabajo, y cada vez que lo hacía visitaba nuevamente el bar gay hasta que se acostumbró y comenzó a llevar una doble vida, en Aguascalientes con su novia, asistiendo a Misa y comulgando de cuando en cuando, y en México en el bar homosexual, tomando y tomando.

“Nadie al pendiente de mi”
En Aguascalientes, tenía un noviazgo formal y estaba a punto de pedir a su novia, ya con casa comprada y todo, y simplemente no regresó, no dio razones, sino hasta un año después la buscó para decirle que era lo mejor para ella. A su mamá tampoco le dio explicaciones, sólo el comentario de “son cosas que pasan”.
Mientras tanto, profesionalmente hablando, recibió una oferta para trabajar en la Presidencia de la República y se mudó a la Ciudad de México, entonces tuvo más libertades,  “ya nadie estaba al pendiente de mí, en México todos los días había fiesta” en el bar gay ya no usaba el nombre falso, tenía libertad para vivir este tipo de vida, aunque recuerda que sólo se sentía bien cuando estaba totalmente borracho.
De pronto se encontró viviendo el tipo de vida en el que soñaba, ya que su mamá llevaba a casa revistas en las que veía la vida de los famosos, siempre de fiestas y rodeados de lujos; y al llegar a su trabajo en la Presidencia se rodeó de "amigos" con capacidad económica alta, que organizaban constantes fiestas incluso en Acapulco, siempre tomando y disfrutando todos los placeres.

De una crisis económica a una prosperidad espiritual
Durante varios años Gustavo vivió una vida con estilo gay sin limitaciones, exitoso en su trabajo y en sus finanzas, sin privaciones ni económicas ni sociales, con muchos amigos, muchas fiestas, mucho alcohol y drogas.
Pero sorpresivamente llegó un alto a este tipo de vida, pues los constantes y excesivos gastos, la falta de previsión para el ahorro, y su descuido y confianza en todos sus "amigos", lo llevó a una crisis económica sumamente grave, se quedó sin empleo, quebraron sus negocios, estaba endeudado y sus múltiples amigos sólo le daban palabras de aliento asegurando que todo pasaría pronto.
Sus muchos contactos políticos no le dieron más que la esperanza de que eso que estaba viviendo sería pasajero, que con tantos contactos y amistades pronto tendría un trabajo, pero la “salida” nunca llegaba.
Un día que caminó por largo rato y se encontraba cansado, entró a la parroquia de Nuestra Señora de los Bosques, en Aguascalientes, y mientras descansaba observó a Cristo crucificado, a Aquél del que le habían hablado en el colegio católico al que asistía, pero como se lo enseñaban “afuerzas, le entra a uno por un lado y le sale por el otro; cuando empiezas a ganar dinero, sientes que el dinero es Dios”. En el templo, comenzó a hablarle, más porque se sentía sólo y por desesperación, que porque creyera en Él. “Dicen que existes” y “si es que existes”, eran frases como las que le dirigía, además de una lista de peticiones, como si estuviera dando su orden al mesero, para que se arreglaran sus problemas, para que le respondiera el Gobernador fulanito, para que le llegara un trabajo, para que se le solucionara un negocio.
Ese primer día, estando en el templo, dio inicio la Santa Misa, su primera intención fue levantarse y retirarse, pero algo le hizo quedarse, y por primera vez escuchó la Misa atentamente y todo llamó su atención, el sacerdote ofreció una homilía que “era para mí” considera, pues hizo referencia a la parábola del hijo pródigo sin que ese fuera el Evangelio del día.
Esa noche regresó a su casa, se sentía en paz, pero volvió a ver pornografía y a consumir alcohol; al día siguiente volvió al templo y durante los siguientes días repitió la fórmula porque en el templo encontraba paz, aunque después la perdiera viendo pornografía. Así transcurrieron los días hasta que se topó con un sacerdote y se confesó después de 20 años de que no lo hacía.

Le fallaba el propósito de enmienda
Gustavo inició ese proceso que le cambió la vida cayendo y recayendo, vivía una constante lucha interna y visitando constantemente el confesionario. La primera ocasión le resultó bastante sorprendente que tras una confesión, aunque muy amplia, Dios le perdonara todos sus pecados y que recibiera unas palabras como “bienvenido Dios te ama”, comenzó entonces a comprender la grandeza de Dios; pero después, recordaba otro pecado y regresaba, mientras simultáneamente seguía pecando. De pronto, su vida estuvo envuelta en oraciones a las que diferentes personas lo invitaban, sin pedirlo, comenzó a ayudar con lecturas en alguna Misa o en eventos religiosos, y repentinamente las publicaciones que hacía en su facebook de fiestas y borracheras, cambiaron a la foto con el Obispo o en tal evento de Iglesia. Algunos sacerdotes y diferentes personas le recomendaron que leyera la Biblia o viera películas que empezaran a nutrirlo en su fe y le proporcionaran riqueza espiritual como lo fueron las vidas de San Felipe Neri, San Antonio de Padua y San Francisco de Asís, entre otras; lo invitaron a retiros y todo sucedió mientras seguía desempleado y no tiene idea de cómo pudo salir adelante económicamente.
Durante una buena parte de su proceso recuerda que siguó atado a la pornografía, ya que la batalla que tenía qué librar era difícil, el mal no estaba contento,  y no fue sino hasta que pidió en sus oraciones dejar aquello que lo anclaba, y así Dios le ayudó y pudo alejarse de todo aquello que lo apartaba de la gracia.

Se aclaran los hechos en su vida
Con su mamá en la actualidad.
Una de las cosas que hacía por largo tiempo era caminar, salía a pasear a su perrita y comenzaba a charlar con Dios a preguntarle cosas y a responderse a sí mismo con “a menos que…..” y así fue como recibió las respuestas a través del Espíritu Santo y fue comprendiendo los porqués de su vida.
Aunque en su infancia no sentía que le afectara el no haber tenido un papá, en realidad esta falta tuvo una gran influencia en sus posteriores tendencias, pues buscó en los hombres a su papá, aunque posteriormente adoptaba con sus parejas una actitud paternal, les daba todo y los cuidaba.
Lo tenía todo, pero no era feliz, lo probó todo, pero no se sentía satisfecho, se sentía sólo, triste aunque estuvo rodeado de amigos todo el tiempo.
Perdonó a su papá y comprendió también las razones de su mamá, que a su vez tenía su propia historia, quedó huérfana a los 13 años de edad y su padrastro la echó de su casa, había mucho qué sanar.
Algo sobre todas las cosas le quedó claro, con esa crisis económica que atravesó, y estando totalmente desocupado, fue como Dios pudo trabajar con Él, pues en la situación en la que estaba, todo el tiempo estaba ocupado, no tenía tiempo de pensar, de sacar conclusiones, toda su agenda estaba saturada.
Además se encontró tan limitado económicamente que ya no podía asistir a las constantes fiestas que hacían sus amigos, así que se apartó definitivamente de ese ambiente y tuvo oportunidad de que el Señor comenzara a sanar y trabajar más fácilmente.

Lo que Él quiera
Desde que se topó con Dios, en el 2010, Gustavo dedicó todo su tiempo para preparase, fue como tomar “una maestría y un doctorado” sobre su religión y durante ese tiempo el Señor lo transformó, dejó la vida que llevaba, tiene siete años de castidad y si antes tenía acceso a las altas esferas de la política, ahora tiene acceso a las altas esferas del Cielo.
Ha escrito tres libros: “Mi encuentro personal con Jesús”, “Homosexual Covertido” y “Mi mejor enemigo”, dicta diferentes conferencias en México y Estados Unidos y además es conductor de diferentes programas de radio y televisión. Ahora cada cosa que hace la pone en sus manos, y le pide a Dios que lo ilumine para hacer lo que Él quiera, vive al día y confiado en su Divina Providencia.”Me reeducó, no sólo en conocerlo a Él, me enseñó el valor del trabajo, del dinero, del respeto.

Reflexiones sobre iniciativas, culturas y creencias

Respuesta del Vaticano.
Algo que no le resulta comprensible, es la historia del homosexualismo ante el mundo. Cuando un hombre decide revelar sus preferencias sexuales, situación mejor conocida como “salir del clóset”, todo el mundo le aplaude, y lo alienta por haberse sincerado, por optar por esta preferencia, por pregonarla.
En cambio él, cuando al revés, decidió retomar el rumbo, corregir el sentido, dejar las prácticas homosexuales, la reacción es como si se tratara de un “bicho raro”, algo que no es comprensible, considerarlo loco, sin sentido.
“A mí me lo vendió el mundo”, dijo Gustavo, manejan ideas de que así nacieron y él por su parte no quería investigar, sabía que no estaba bien pero no se detenía a pensar.
Gustavo considera que el problema es que ante la falta de información o de actuación efectiva por parte de la Iglesia, incluyéndonos a todos  los que formamos parte, el Lobby Gay ha aprovechado la coyuntura para "vender" las ideas que hacen creer a las personas que en realidad pueden tener cualquier sexo, y que encajonan en "homofobia" cualquier acción en contra de su movimiento. Y es que ante la sorpresa de una persona que se reconoce con atracción al mismo sexo y la confusión de sus familiares, estos últimos creen que ya no pueden hacer nada porque hay un homosexual en casa o tienen algún amigo o familiar con estas tendencias. Siempre es posible buscar ayuda, informarse y ofrecerle todas las herramientas para tratar de ayudarle. Es importante decir que Gustavo nunca asistió a terapias sicológicas, fue Jesús, a través de los sacramentos, el que con su poder y con su gracia lo sanó.
Para ilustrar la realidad de las confusiones, Gustavo tiene varias referencias. Estando en el bar gay, en una ocasión se topó de frente con un conocido de Aguascalientes y sostuvo con él el siguiente diálogo:
- Y tú, ¿qué haces aquí?
- Lo mismo que tú.
Al día siguiente coincidieron en el vuelo de regreso a Aguascalientes y no se dirigieron la palabra, posteriormente se encontraron también en un evento social, el amigo con su esposa y Gustavo con su novia, y ambos guardando silencio sobre esa doble vida.
En otra ocasión, tras haber ofrecido una conferencia, un hombre de entre 50 y 60 años, bastante afligido, se acercó a Gustavo, tenía a su esposa y era homosexual, necesitaba ayuda y fue atendido.
Él mismo, viviendo la homosexualidad, tenía una pareja "y me duraba el brete un año", ya después -confiesa- la relación se convertía más en paternalismo, protección, pero en conclusión no había satisfacción, felicidad, era más bien un mundo aparente.
El problema es lo que el mundo vende y ofrece, y uno toma sin que lo tenga medicado. Es el caso de la iniciativa que promueve el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que solicita la modificación de la Constitución en lo que se refiere al matrimonio y la adopción que busca prohibir definir el matrimonio como la unión del hombre y la mujer o asociarse a la capacidad de reproducción  y que puedan unirse personas del mismo sexo, Gustavo aseguró que de todas las personas homosexuales que conoce, y que son bastantes, nadie quiere casarse, ni adoptar.

Para resistir las tentaciones
Poco antes de que iniciaran los problemas económicos y su proceso espiritual, invitó a su mamá a vivir con él en casa, consideró que ella estaba muy sola y que podría recibirla por algún tiempo.
Llegada la crisis, trató de ocultarle sus problemas el más tiempo que pudo a doña Raquel, pero ella se daba cuenta que no iba a trabajar, que no viajaba y finalmente tuvo qué informarle lo que ocurría.
Desde entonces ella está en casa y ahora ha sido su compañera en este camino que le ha traído la plenitud y la felicidad.
P. ¿Cuál o cuáles han sido los retos o tentaciones más difíciles de superar en este camino con el Señor?
R. Las tentaciones propias del mundo, fama, fortuna y soberbia.
P. Ahora que has consagrado tu vida al Señor, y tomando en cuenta que dando conferencias, viajando, etc. Tu vida vuelve a ser igual de ocupada, ¿qué no debe faltar en tu día para que se mantenga esa comunión con Dios?
R. La santa Misa, el Rosario, visitar el Santísimo y orar de manera permanente.
P. Para una persona que prueba de todo, ¿qué esperanzas le puedes compartir?
R. Que Dios todo lo puede, todo lo cambia y todo lo hace nuevo.

Puedes localizar a Gustavo Adolfo Goñi en:
gustavogonioficial@gmail.com
Gustavo Goñi y Claudia Ortiz en cabina.


Claudia Ortiz
@claudiaortizdev
devazquez21@gmail.com



1 comentario:

  1. Mi respeto y admiración... Gracias por compartir tu talento y poner tus pensamientos en palabras. Que Dios te siga fortaleciendo para que siempre tengas el coraje suficiente para seguir ganando almas para Cristo..Dios te bendiga y recompense tus buenas acciones y bendiga tu hermosa misión.

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